Perú posee una superficie 42 veces mayor a la de Bélgica y cuenta con una población de 30,72 millones de habitantes censados en noviembre de 2014. Rodeado por Colombia, Ecuador, Brasil, Bolivia, Chile, es el tercer país de América del Sur por su superficie: 12.852.200 km². La capital, Lima, a orillas del Océano Pacífico, cuenta con más de 9,735 millones de habitantes y es la ciudad más grande del país.
Los peruanos hablan tres idiomas: español, lengua oficial, quechua, la segunda lengua del país y Aymara. La mayoría de la población es católica y el culto forma parte de su vida diaria. Podemos dividir el Perú en tres regiones, entre las cuales destacan los contrastes tanto a nivel de la naturaleza como en el ámbito de la actividad humana.
- La costa, a lo largo del océano, llanura de clima caliente y seco, un desierto.
- La sierra: la Cordillera de los Andes con cimas que pueden superar los 6000 m.
- La Selva: selva amazónica húmeda, espesa e inhospitalaria. A pesar de ser la zona más amplia del país, resulta ser también la menos poblada.
Casi 30% de la población trabaja en la agricultura a pesar de no vivir efectivamente de dicha actividad puesto que los cultivos intensivos, (espárragos, caña de azúcar, café, algodón…) principalmente destinados a la exportación, son dirigidos por multinacionales, cuyas ganancias no benefician a la población del país.
De esta manera, los cultivos rurales tienen pocas posibilidades de comercializarse por estar, además, muy alejados de los circuitos de comercialización. Asimismo, la producción de alimentos se caracteriza por una gran vulnerabilidad ante variaciones climáticas. Perú dispone de recursos importantes: el algodón, la caña de azúcar, el café, el maíz, la pesca, la metalurgia, el petróleo, la plata, el zinc, el plomo, el cobre, el oro… Sin embargo, la mayoría de las industrias pertenecen al sector privado extranjero de tal manera que Perú ya no saca provecho realmente de sus riquezas.
El índice de fecundidad se estima a 2,42 hijos por mujer. La fecundidad se mantiene, sin embargo, elevada en las zonas rurales, en las comunidades indígenas, mientras que es más baja en las ciudades. En cuanto a la esperanza de vida, esta corresponde a 75/79 (hombre/mujer) años, superando el promedio de la población mundial (70 años).
A principios de 1950, cerca de un niño sobre ocho nacidos en Perú moría antes de cumplir su primer año. Al curso de las décadas posteriores, se produjo una caída espectacular de la mortalidad. El índice pasó de 158.6 por mil en 1950 a 43 por mil en 1996 y a 20.85 por mil en 2014.